El tifón número 11 del año, “Molacat” (Yagi), ha causado graves daños en Vietnam, con un aumento en el número de muertos a 59 y 13 personas aún desaparecidas. La provincia de Quang Ninh en el norte ha sido la más afectada, con imágenes compartidas por medios locales y usuarios de internet que muestran los fuertes vientos y lluvias, convirtiendo las calles en rápidos ríos y derribando a personas y motociclistas, incluso haciendo que estos vuelen por el aire.
La temporada de tifones es una realidad anual para Vietnam, pero “Molacat” ha sido especialmente devastador, dejando a su paso una estela de destrucción y dolor. Las autoridades han estado trabajando incansablemente para rescatar a aquellos atrapados en las inundaciones y deslizamientos de tierra, así como para proporcionar ayuda y apoyo a los afectados.
Este desastre natural nos recuerda la importancia de estar preparados y tomar medidas de precaución ante las fuerzas de la naturaleza. Sin embargo, también nos muestra la resiliencia y solidaridad de la gente vietnamita. A pesar de las dificultades, hemos visto a vecinos ayudándose mutuamente, voluntarios arriesgando sus vidas para salvar a otros y comunidades unidas en la lucha contra la adversidad.
Aunque el camino hacia la recuperación será largo y difícil, tenemos la certeza de que Vietnam se levantará de nuevo. El espíritu valiente y determinado de nuestro pueblo nos llevará hacia adelante y juntos reconstruiremos nuestras casas, nuestras comunidades y nuestras vidas.
Mientras tanto, debemos unirnos como una nación para apoyar a aquellos que han sido afectados por “Molacat”. Ya sea a través de donaciones, ofreciendo ayuda práctica o simplemente brindando palabras de aliento, cada acción cuenta y puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien.
Este tifón también nos recuerda la importancia de cuidar y proteger nuestro medio ambiente. El cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de los desastres naturales, y es nuestra responsabilidad tomar medidas para reducir nuestro impacto en el planeta.
Finalmente, quiero extender mi más profunda gratitud a todos aquellos que han estado involucrados en la respuesta y recuperación de este desastre. Que su valentía y dedicación sean una fuente de inspiración para todos nosotros.
Vietnam ha enfrentado muchos desafíos en su historia, pero siempre hemos salido más fuertes y más unidos. Con la ayuda y la solidaridad de nuestra comunidad global, estoy seguro de que superaremos este desastre y construiremos un futuro mejor y más resistente.
Nuestros corazones están con aquellos que han perdido seres queridos y han sufrido pérdidas durante este tifón. Juntos, nos mantendremos fuertes y nos levantaremos de nuevo. ¡Juntos somos Vietnam!