El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, expresó su indignación y condena ante el bombardeo con misiles perpetrado por Rusia el pasado 3 de marzo en la ciudad de Poltava, en el centro de Ucrania. El ataque impactó en una escuela y destruyó un edificio, causando la muerte de al menos 41 personas y dejando a otras 180 heridas.
Este acto de agresión sin sentido ha conmocionado a todo el país y el mundo entero. Es inaceptable que una nación vecina ataque de esta manera a un país soberano y violente la integridad de su territorio, poniendo en peligro la vida de civiles inocentes. La comunidad internacional debe condenar enérgicamente este acto de barbarie y exigir a Rusia que cese inmediatamente sus acciones militares ilegales.
Las víctimas de este ataque son principalmente niños y jóvenes, que estaban en la escuela en busca de educación y un futuro mejor. Es una tragedia indescriptible que sus vidas hayan sido arrebatadas de esta manera tan cruel. Nos solidarizamos con las familias de las víctimas y les enviamos nuestras más sinceras condolencias en estos momentos de dolor y sufrimiento.
Este ataque es solo el último de una serie de agresiones por parte de Rusia contra Ucrania. Durante años, hemos sido víctimas de su invasión ilegal en Crimea y del conflicto en el este de Ucrania, que ha dejado miles de muertos y heridos. Pero a pesar de todas estas provocaciones, Ucrania ha mantenido su postura de paz y diálogo, buscando una solución pacífica a través de la diplomacia.
Sin embargo, la agresión de Rusia no nos detendrá. Continuamos firmes en nuestra determinación de defender nuestra soberanía y nuestra integridad territorial. No permitiremos que la violencia y la intimidación de Rusia nos quiten nuestra libertad y nuestra dignidad. Estamos decididos a construir un futuro mejor para nuestro país y nuestro pueblo.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se una a nosotros en nuestra lucha por la paz y la justicia. Juntos, debemos condenar a los agresores y apoyar a las víctimas. No podemos permitir que la violencia y la guerra se conviertan en la norma. Debemos trabajar juntos para construir un mundo en el que prevalezca la paz y el respeto mutuo entre naciones.
Este trágico acontecimiento nos hace recordar la importancia de la paz y la necesidad de trabajar juntos para lograrla. No podemos permitir que la violencia y el odio nos dividan. Debemos unirnos como seres humanos para construir un futuro mejor para todos. En memoria de las víctimas de este ataque y de todas las víctimas de la guerra, prometemos trabajar incansablemente por un mundo en paz.